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Nuestro Destete

En diversas ocasiones me han pedido que hable acerca de cómo hemos logrado el destete. En nuestro caso, hemos decidido destetar porque he presentado por meses agitación y desde el corazón no podía seguir más con eso! Sin embargo este proceso es igual de complejo y personal como cada lactancia en el mundo. Durante los grupos de lactancia, en los temas específicos del destete y en muchos artículos nos encontraremos con distintas técnicas, y desearía decirte que existe la ideal y la más fregona, pero lamento hacerte saber que no, que lo que a ti te está funcionando a mí no me funcionó, y lo que a mí me funcionó probablemente a ti no. He leído y estudiado el tema y puedo asegurarte que ninguna platica, taller ni el curso que he tomado durante la certificación de lactancia me ha funcionado! Nada! La teoría ha sido útil, claro! Pero cada caso es ÚNICO.


Dejar la lactancia no es fácil, se convirtió en un gran reto! Lo primero y más importante en mi proceso fue dejar las culpas y expectativas, y aceptar que esta etapa estaba llegando a su fin. ¿Difícil no? ¿Cómo consolaría los golpes y caídas? ¿Cómo lograría dormirlo? Entre muchas otras cuestiones que pasaron por mi mente.


Sabía que el pecho era importante en nuestras vidas, sabía que Gio lo adoraba! Pero también sabía que yo ya no estaba bien, que yo me había olvidado de mí y que era tiempo de retomarme como mujer para ser una madre más presente.

¿Cómo comenzamos?, en septiembre por fortuna vinieron mis padres y mi hermana de vacaciones (sabrán que vivimos solos y no tenemos familiar alguno en esta ciudad) y aproveche para disminuir las tomas mientras él recibía afecto de otros seres queridos. Claro, no ofrecía pero tampoco negaba, no en esta primer etapa. La familia me apoyo mucho, porque más de alguno podía dormirlo para tomar la siesta, le llevaban al parque para sustituir alguna toma, etc.


Luego nosotros viajamos y entonces establecí el pecho únicamente para dormir. Giovanni lo aceptó muy bien porque pues claro que de visita con los abuelos paternos, primos y mucha más familia siempre estaba entretenido, divertido y amado! ¿Qué más podía pedir? Tomaba el pecho por la mañana, a las 12 para la siesta y en la noche para conciliar el sueño. Y claro, durante toda la noche que entonces era más tolerable con ello.


Estuvimos así una temporada, no quería forzar y quisimos hacerlo muy paulatino. Luego empezamos a tener algunas crisis frecuentes por el agitamiento y cada vez era más complicado darle el pecho, así que decidí eliminar la toma de la mañana y la de la siesta, fue una de las más difíciles! Pero lo logramos en unas 2 semanas… el porteo se volvió aliado! Dejamos la cama para dormir y entonces lo hacíamos en el portabebé dando brinquitos en la pelota de pilates. En esta etapa ya no me funciono la famosa ley de “no ofrecer, no negar”. Yo ya no podía aceptar que tomará! Había días muy incomodos, entonces ahora NEGOCIABA, si él me pedía teta entonces le decía que la lechita ya no estaba, sin embargo mamá estaba presente siempre y lo iba a amar siempre y que podíamos intercambiarlo por un abrazo largo, un beso, una caminata, etc. Las primeras veces estuvo renuente, pero ahora que yo ya no podía dar el pecho necesitaba estar más PRESENTE que nunca. Y estar más presente implicaba más cansancio, un esfuerzo extra. Deje muchas cosas en pausa, algunos proyectos, mi certificación de lactancia, grupos sociales y virtuales, incluso la casa… todo paso a segundo término y enfocarme en él era mi prioridad.


A partir de ese momento la teta salía únicamente de noche, cuando las estrellitas se asomaban y la luna se veía clara! Y cuando la recordaba bastaba mencionar que aun no salían las estrellas. Y entonces comenzó a amar las estrellas! Cantábamos canciones de las estrellas, quería ver estrellas en todas partes… y así estuvimos otra larga temporada, unas tres semanas o más…

Teníamos noches muy tranquilas, pero había noches en las que no paraba de mamar lo que me tenía sumamente cansada de día y hacia que mis crisis aumentaran! Entonces decidí concluir esta etapa por completo. Debo confesar que esta etapa fue la más difícil. Llore mucho mucho!


He de reconocer a mi marido como aliado en todo el proceso, pero en esta etapa él fue pieza clave. Después de casi 2 años, era él quien arrullaba a Giovanni para conciliar el sueño, y no es que nunca lo haya hecho, admiro a mi esposo por ese sentido de paternidad que tiene, esa percepción de reconocer cada una de las necesidades de nuestro hijo, pero es que Giovanni solo dormía con teta, y esta no la perdonaba!


Después de una semana me preparé para eliminar las tomas nocturnas, sabia a lo que me enfrentaba! Sabía que probablemente sería lo más difícil, y efectivamente lo fue! Largas noches, en donde él se despertaba pidiendo teta. Paciencia y amor fueron las palabras clave. Le decía que la teta ya estaba muy cansada y dormidita, que podía hacerle cariñito y abrazarlo. Tenía siempre preparada su agua favorita para ofrecerle en los despertares, pero he de confesar que no siempre accedía, así que había que tomarlo con calma y mucho amor.



Hoy llevamos un par de semanas que dejo el pecho, ni una gota! Semanas difíciles claro, en donde hemos tenido que estar mas presentes y ofrecer amor de una y mil maneras nuevas. De vez en cuando recuerda su teta y a veces pregunta por ella. Hace un par de días lo hizo y respondí que la lechita ya se había ido, ¿pero cómo?, me levanta la blusa y señala la teta diciendo “aquí”… a lo que conteste “claro mi amor, allí está la titi, pero la lechita ya se terminó, ya le dijimos adiós, recuerdas?”. Entonces se volteo y después de un ratito vuelve a levantarme la blusa y con su manita dice “bye”. No tuvimos palabras, tanto mi esposo y yo nos quedamos helados y conmovidos. No cabe duda que ha sido una lactancia hermosa y maravillosa.

Voy a confesarlo, en estas semanas he llorado más de lo normal, he tenido sentimientos encontrados a todo lo que da y me he sentido en depresión. Y quiero decirte que todo esto es normal en un duelo, aún estamos atravesando por este proceso. Por eso insisto que es una decisión difícil!


Mi recomendación es que recurran al amor, a estar PRESENTES, a expresarles sus sentimientos y emociones, a hablarles con la verdad, a llegar a acuerdos y sobre todo a ser muy pacientes y seguir el ritmo, escuchar la voz interior.

Pero sobre todo, nunca permitas que alguien tome esta decisión por ti, el destete es una decisión muy personal. Apóyate en tu pareja, en tu familia, en tu tribu.

Nuestros hijos están preparados para dejar la teta entre los 2 y los 7 años, ellos no estarán listos, ¿pero tú?


¡Feliz año! ¡Feliz destete!


Mary

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