Desde hace ya varios meses vengo planteándome una situación... Les cuento. Pues Giovanni cada vez requiere mayor atención motriz, asà que hemos decidido llevarlo al parque y/o espacios recreativos cada que nos sea posible. Desde entonces hemos tenido un arduo trabajo hacÃa con él. Es común (más de lo esperado) ver a niños solos, inventando nuevas normas sociales y autoritarias, exponiendo en su comportamiento la vaga señal de unos padres ausentes. SÃ! Niños de 5 o 6 años autoritarios, egocéntricos, individualistas! Niños que corren sin detenerse a observar que pisará a un niño o provocará la caÃda de otro... niños que impiden el acceso a un juego por defender su juego simbólico... niños que suben por la resbaladilla en lugar de bajar! Caray, ¿en que momento cambiaron las reglas? ¿Que acaso estos juegos no se inventaron para socializar, inducir a normas sociales y estimular el desarrollo fÃsico de los hijos? Pues tristemente parece no ser asÃ. En estos espacios logramos apreciar la carencia de amor introyectada en los niños! SÃ! Los padres creemos que llevar a este tipo de espacios a nuestros hijos será gratificante y a veces hasta creemos que vamos a descansar! Ja! Como si fuera esto posible! Pero déjame decirte que muchos lo hacen. Depositan a sus hijos en el lugar y se deslindan por completo hasta que se han cansado de no hacer más! ¿Y la guÃa del adulto? ¿Y el apoyo? ¿Y los aplausos gratificantes al descubrir una nueva habilidad en nuestros hijos? ¿Y el recordarles sobre las reglas sociales? Los turnos? Va! Eso quedó en el pasado! Y mientras algún niño estropea el acceso a la resbaladilla porque está jugando a los piratas el sólo, su padre sentado a unos muchos metros clavadisimo en el celular! Y mientras una pequeña descalza, chamagosa de tanto tiempo que lleva allÃ, llamando la atención de todos los niños, jalándolos, corriendo tras ellos, ¿Sus padres? Nunca logre identificarlos! Y mientras niños de 2, 5, 7 años suben a través de la resbaladilla en lugar de bajar, sus padres les aplauden! Y ha sido un arduo trabajo! Si! Demostrarle a nuestro hijo que hay reglas que seguir... Que para poder bajar por la resbaladilla es necesario subir las escaleras y hacer fila! Que aunque una y otra vez los niños suban y no bajen por la misma, es indispensable ser precavido para evitar accidentes, que si necesita a un adulto cerca siempre estará allÃ, que si se cae estará mamá cerca por si necesita una sobadita... Asà que cada que nos planteamos llevarlo a lugares como estos, nos lo planteamos dos veces! Pero al final de todo esto, él guiado por nosotros sus padres, gana y mucho! Seguridad, autoestima, confianza, solidaridad, empatÃa, amor al prójimo... Insisto, y te invito a ti como madre o padre que me lees, acércate en la medida de lo posible, involucrate, hazle saber que estas allÃ! Porque los niños necesitan de adultos como guÃas.
